¿QUIEN DICE QUE NO SE PUEDE...EL MIEDO | Raúl Oscar

 
Que voy a decir de Raúl... Hace unos meses nos conocimos por “Causalidad” en uno de mis viajes. Había pasado muchas veces por delante de su Chocolatería cerca de Jaca pero nunca habíamos coincidido, tuvo que ser exactamente en aquella fecha. 
Cuando vi su sonrisa -saliendo del mostrador- algo me impacto, era como si nos conociéramos hacia mucho tiempo. Me contó parte de su experiencia y me transmitió su enorme sabiduría, me dijo... 
”Loco a que tenés miedo, porque yo ahora a nada”.
Después de una larga charla seguimos camino seguro de que estaríamos en contacto.

El resultado de este contacto fue que le invite a que transmitiera su gran experiencia en el Encuentro Holístico de Lesaka, que nos mostrara como podemos vencer esos miedos que hay en nosotros, como un joven de 70 años como él lo había conseguido y como dice..  
Si yo pude....como no vas a poder vos!!!!
Raúl te agradezco de corazón que hayas compartido tu experiencia con nosotros ….. compañero de camino

  • Unas palabras de Raúl para todos nosotros.....
Hace unos pocos años he comenzado a viajar en bicicleta. Es un modo de conocer el mundo que recomiendo. La velocidad de crucero permite ver los más pequeños detalles del paisaje y su gente.


Acercarse a una persona que está a la sombra de un árbol, nos permite mirarla a los ojos y establecer un contacto  mucho antes de llegar junto a ella. Imposible desde un coche y ni soñarlo desde un avión.  Vemos todo en detalle.
Aprendemos la diferencia entre un turista y un viajero.
Restablecemos nuestro vínculo con la naturaleza. Nos reencontramos con la magia de un cielo estrellado, sin farolas que lo opaquen. Olemos el bosque y en él nos sentimos protegidos. Descubrimos la alegría del viento, la lluvia y el Sol en la piel. Nos empequeñecemos ante el  silencio de una playa desierta  o la visión del profundo tajo del valle contemplado desde la cumbre.
Cuando narro mis viajes, indefectiblemente recibo la misma pregunta; ¿No tienes miedo? Es tan reiterada, que he optado por responder; ¿Y tú, a que tienes miedo?
A viajar solo. A enfermar. A sufrir un accidente. A que me roben. A no entenderme en otros idiomas…. Y un suma y sigue similar.
Dan por descontado, que esos riesgos solo existen si uno viaja. En casa no pasa nada… nunca estamos solos, no nos enfermamos, no sufrimos accidentes, no nos roban y nos entendemos de maravilla con todos.
Viajar solo es bueno, pues nos permite establecer contacto con un desconocido: NOSOTROS
Además, lo normal, salvo en los desiertos, es que haya otra gente y que podamos establecer contacto con ella y conocer las culturas y costumbres de otros lares.
La diferencia idiomática es una maravilla. Cuando no podemos comunicarnos con palabras, nos comunicamos con los ojos y el corazón. El intercambio es absolutamente limpio. No hay especulaciones y en lo básico, que es lo importante, nos conectamos y hermanamos.
Los peligros no existen. Existe solo el miedo.
El miedo es una discapacidad y nosotros sus creadores.
Es una cárcel que autoconstruimos. Trabajamos con vehemencia para reforzar sus barrotes y no salir de un espacio que consideramos seguro, pero que nos empobrece.
El miedo es tan irreal que solo lo percibe su hacedor.
Nos inventamos el miedo generando pensamientos negativos, que limitan nuestras potencialidades y nos paralizan. Este mundo tenebroso que vemos, ha sido inventado por nosotros y está en nosotros eliminarlo.
Esto es absolutamente posible, basta con solo cambiar el sentido de nuestro pensamiento.
El hombre es lo que piensa… si pensamos que podemos, que somos capaces, que no hay obstáculos, todo esto será real. 
Si pensamos lo contrario, estableciendo limitaciones, incapacidades y obstáculos, en definitiva MIEDO, también esto será real.
El pensamiento es un imán y nosotros elegimos lo que atraemos a nuestras vidas.
El miedo se desvanece fácilmente. Solo hace falta luz. La oscuridad es su territorio.
Lamentablemente, el miedo no solo nos impide viajar. Nos impide VIVIR. Tremendo pecado, si estos en realidad existen.
Cuantos sueños, planes, proyectos, grandes o pequeños, postergamos por miedo. Cuantas situaciones desagradables e insatisfactorias , de relaciones familiares, de trabajo, soportamos. Cuanta frustración y dolor arrastramos. Y todo por Miedo.
Existe un mundo de felicidad y plenitud que se encuentra detrás de esas falsas barreras.
Dios puso el Universo a nuestra disposición, pleno de maravillas y también nos dotó de la capacidad de ser conscientes de esto. Solo hay que abrir la puerta y lanzarnos a vivir.
Esto es posible con solo cambiar el sentido de nuestro pensamiento
Vivamos confiados en que nada de lo que realmente necesitamos nos faltará. Somos parte de un todo que funciona armónicamente y en equilibrio. Somos naturaleza, pero nos hemos separado de ella.
La vida es el espacio para la experiencia y es nuestra misión vivirla. Y vivirla sin Miedo.
Si has comprendido lo que te cuento, es porque ya lo sabías. Ponlo en práctica.
Recuerda. Por tus hechos te conocerán.

Raúl  (y mucha más gente) 

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